Esos son mis miedos, pero más son los tuyos. Esa es nuestra falta de seguridad. Esas son las palabras que nos sobraron. Esas nuestras despedidas y finales. Esos mis vueltas a empezar. Esos son mis días en los que no hay quien me aguante. Esos son los amaneceres recordando tonterías. Esas son tus rarezas. Esas son mis cosas. Esos son nuestros mensajes. Esas son tus iniciales. Esas son las mías... y esta es mi aceptación de que nunca irán unidas, pero tampoco des por hecho que las quiero así.
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