A través de mis orejas discutiendo a pleno grito. El demonio a mi derecha y a la izquierda un angelito. Demasiado acelerado, nunca encuentro mi destino. Yo no sé si mis zapatos durarán todo el camino. Nunca pido nada a cambio, eso es algo que he aprendido. Yo siempre te he dao los besos que tú nunca me has pedido y cuidar de las estrellas puede ser un buen castigo.
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