Ahora no sé quién eres, no podría decir algo de ti, una frase tuya, no me acuerdo como es tu risa, ni porqué nos reíamos cuando estábamos juntos algunos días. No me acuerdo de tus abrazos ni de lo que sentía cuando me los dabas. No tengo ningún recuerdo tuyo, ni feliz ni triste, es como... ver a un amigo de la infancia cuando tienes cuarenta años, sabes que le conoces, pero no podrías decir a la primera algo que pasaste con él. No puedo darte las gracias por ninguna cosa buena, tú a mi tampoco. Pero sí puedo darte las gracias porque me has hecho fuerte, porque ya no lloro por casi nadie y por el que lloro es porque es demasiado importante. Ya no imagino cosas por las noches, ni sueño con nadie en especial. Dejé de llorar hace mucho, dejé de hacer tonterías como el no comer, el no salir, el no querer ver a nadie... Me has ayudado a buscar la felicidad y a luchar por ella y no sé si estará del todo bien pero ahora mismo soy tan diferente de la persona que conociste... A ti, no sé qué te habrá pasado pero, sinceramente, no me importa demasiado.
Fuiste demasiado para mi, tanto que jamas podría imaginar
que pudiera olvidarte. Fueron tantas noches las que por ti llore...
pero todo eso termino ya no hay pintura en la almohada, ya no hay pañuelos en la papelera; solo hay un recuerdo que a malas penas me llega, como si todo eso hubiese sido hace 50 años.
Supongo que sera porque tú para mi ya no eres nada...
Fuiste demasiado para mi, tanto que jamas podría imaginar
que pudiera olvidarte. Fueron tantas noches las que por ti llore...
pero todo eso termino ya no hay pintura en la almohada, ya no hay pañuelos en la papelera; solo hay un recuerdo que a malas penas me llega, como si todo eso hubiese sido hace 50 años.
Supongo que sera porque tú para mi ya no eres nada...
No hay comentarios:
Publicar un comentario