Cuando las palabras no bastan. Porque dentro quema algo que no se pude decir. Que no se cosigue decir. Cuando quien tienes delante en lugar de darte la respuesta que querías, dice otra cosa. Dice más, dice demasiado. Ese demasiado que es nada, que no sirve para nada Y el único deseo es devolverle ese dolor. es darle la misma respuesta. Esperando así sentirse un poco mejor.
Despues el miedo y el frío hacen de tí una estatua en tu propia cama, no ansíes que la verdad pura y dura acuda en tu auxilio. Lo que necesitas es el mullido consuelo de un relato. La protección balsámica, adormecedora, de una mentira.Porque hay veces que el rostro puede expresa los anhelos del corazón con tanta precisión que, como dicen, puedes leerlos como si fueran un libro.
Despues el miedo y el frío hacen de tí una estatua en tu propia cama, no ansíes que la verdad pura y dura acuda en tu auxilio. Lo que necesitas es el mullido consuelo de un relato. La protección balsámica, adormecedora, de una mentira.Porque hay veces que el rostro puede expresa los anhelos del corazón con tanta precisión que, como dicen, puedes leerlos como si fueran un libro.
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