sábado, 21 de mayo de 2011

Aquella sonrisa.

Busca tu inspiración en cada milímetro de tú pequeño mundo.
Sal de la rutina, escapa del día a día, llega a aquella meta que te propusiste conseguir. Sube a cualquier azotea y mira tú ciudad desde arriba, desde otra perspectiva, todo lo verás más pequeño, como si pudieras pisarlo... Siéntete grande, como si de tener el poder se tratase. Escucha esa canción que te recuerda a él y enamorate del olvido, nunca hay un adiós definitivo. Escribe esta historia, invéntala, ¡Es tuya! Y leela en el momento exacto. Regala tú sonrisa, quizás sea por ella por lo que le alegres el día a muchas personas. Escoge mil excusas para tenerle cerca, sí, me refiero a él, en el único que encuentras la perfección. Él, que... Por su culpa, luchas por evitar tener esa sonrisa tonta cuándo te mira.

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