Con miles de preguntas y sin ninguna respuesta, empezó a caminar. Sin fin, sin destino, y todo por reescribir, en su propia historia. Respiró profundamente, se tragó el dolor, sonrío y decidió continuar con su esperanza e ilusión. Se prometió a si misma ser feliz y no volver a sufrir, cumplir todo y cuanto deseaba, lograr sus sueños, dejar de vivir para los demás y pensar más en su bienestar y su felicidad, basar su vida en ella misma. Y eso es lo que hizo: empezar a vivir. Vive tu vida y haz de ésta algo especial, pues es única e inigualable, como cada instante que transcurre.
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